El mejor yogur del mundo
Sin dudas el yogur búlgaro es un verdadero tesoro nacional. Y si –los búlgaros estamos cargados de calcio y tenemos muchísima comida que se acompaña por yogur. De hecho la elaboración de yogur en Bulgaria data de hace más de 6.000 años, cuando la zona estaba poblada por tribus tracias. Cuentan que cuando los protobúlgaros llegaron con las grandes migraciones de los pueblos a las tierras actual de Bulgaria han descubierto que la leche que conservaban en bolsas de piel ya no se estropella y es todavía más buena.
En Bulgaria llamamos el yogur kíselo mliáko, leche agria, y es algo único en todo el mundo porque contiene lactobacillus bulgaricus, una bacteria que solamente se encuentra en Bulgaria, y que es la que fermenta la leche. El yogur natural se obtiene de la fermentación de la leche mediante dos bacterias beneficiosas para la salud: Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus. Ambas bacterias se encuentran vivas en una cantidad de entre 100 millones y 10.000 millones por cada envase individual de yogur.
La bacteria probiótica fue descubierta en 1905 por el bacteriólogo búlgaro Stamen Grigorov. En esa época, en el Instituto Pasteur de París, el bacteriólogo Ilya Mechnikov investigaba por qué en algunas zonas de Bulgaria se daba un índice de longevidad tan alto, concluyendo que era debido al consumo diario de yogur. Entonces Grigorov presentó su descubrimiento en París.
El yogur búlgaro se suele elaborar con leche de vaca, oveja , búfala y de cabra. Es importante que el ganado paste a las montañas libre y por su sana alimentación luego tenemos un yogur estupendo y muy sano.
En mi familia el yogur de cabra tiene una importancia casi sagrada. Mi mayor hermana nació con problemas graves del estómago y en su tiempo la operación fue de gran riesgo. Una señora muy mayor recomendó a mi madre alimentarla con leche y yogur de cabra y respirar aire de bosque de pinos…Así sobrevivió mi hermana en el pueblecito que tenemos cerca de la ciudad en los Montes Balcanes –fuerte y potente. Fue máxima goleadora de balonmano en España, Italia y Brasil…Hoy vive en el mismo pueblo refugio de 15 casas y tenemos allí mismo casas rural maravillosas –justo al lado del bosque. Nos gusta invitar a la gente cuando viene con yogur y quesos de cabra ☺ Incluso tenemos jabón casero con leche de cabra y aceites etéricas… Creo que no es casualidad que yo como pequeña tenía una cabrita, en lugar de pero, se llamaba Ruszka y ha sido una cabra bastante local, pero eso ya es otra historia…sin yogur.
El yogur búlgaro destaca y con sus numerosas propiedades:
- La acción del calcio, junto con la presencia del lactobacillus bulgaricus, crea un ambiente intestinal que ayuda a eliminar las bacterias dañinas del intestino, a la vez que deja intactas las buenas.
- Refuerza el sistema inmunológico y protege el organismo de enfermedades intestinales. También reduce las posibilidades de contraer cáncer de colon.
Facilita la asimilación de la lactosa, asi el yogur el mucho más faciil de digerir que la leche
En Bulgaria el yogur búlgaro se vende en botes grandes de 400 o 500 gr hasta 1 kl. y las cajitas pequeñitas de 125 g con yogur afrtutado se acepta sobre todo como postre para los niños ☺Asi, en cada nevera búlgara buen espacio esta dedicado a los yogures.
Lógicamente todo eso refleja y en la gastronomía local de los búlgaros. Tenemos gran variedad de comidas típicas que se acompañan por yogur como la musaca, sarmi, pimientos rellenos, etc. Hay otros platos como tarator y la ensalada Blancanieves hechas de yogur como base. La típica bebida en Bulgaria es el airian.
Mucha gente compran leche de los mercados de campecinos o de los vecinos y preparan su propio yogur. Lo hacemos y con nuestros viajeros en los grupos y lo disfrutamos mucho en alguna casa rural catando yogures de cabra, oveja y vaca…
Recuerdo en mi infancia que cada semana mi madre preparaba en botes nuestro súper yogur y yo me metia luego con una cuchara grande en la nevera para recoger la nata por encima de cada bote y salía de la cocina con bogites de yogur …Ha sido una de las cosas más ricas que he probado en mi vida…Quizás por la cucharita de amor que mi madre ponía siempre en cada bote